¡Hola!
Ayer estuve reunida con el tutor de mi niño, tiene 8 años, y para resumir, este año no se centra. Mientras hablábamos y comentábamos la manera de encauzar al niño, me venía a la mente todas las acciones bienintencionada pero erróneas que había hecho. No sabía si era peor la angustía de no saber para donde tirar, o la angustia que me producía darme cuenta de mis errores. Pero bueno, la conclusión a la que llegamos y a la que acordamos realizar tanto por su parte como por la nuestra es que, para que vuelva al ritmo del curso tenemos que seguir unas pautas. Lo primero es cambiar la actitud, en lugar de perder la paciencia (es fácil de decir pero no de hacer) al primer síntoma de "me está tomando el pelo", respirar hondo, muy muy hondo, y seguir firme pero tranquila en lo que quiero que haga. Por ejemplo, si quiero que haga los deberes, pues dejarle claro que quiero que los haga. Sí, sí ya ya, otra cosa es que me haga caso. Bueno, en tal caso lo que debo de hacer es, cuando acabes los deberes podrás jugar con (lo que más le guste o lo que quiera en ese momento). Si no lo hace, ese día no jugará con eso. Otra cosa que me comentó y que he oído que funciona es hacer una tabla con las tareas asignadas en un lateral y mediante puntos o gomets (rojo, naranja y verde), al final del día hacer repaso de las que ha hecho, de las que no, de lo que ha hecho a medias y según resultado darle el premio esperado o no. Me recalcó que el castigo tiene que ser corto, evitar los castigos eternos porque primero, es perjudicial para nuestra salud mental y segundo, eso favorece a que pasen de todo (como si no lo hicieran ya).
Bueno, yo voy a ponerlo en práctica a ver qué tal sale. Os iré explicando los resultados
¡Espero que os sirva de ayuda!
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